EL 1 DE DICIEMBRE

Información, información y más información. Esa es la forma más efectiva para prevenir el VIH, el sida y el estigma y la discriminación que vienen asociadas con esa enfermedad. Para el año 2009 el lema mundial se denomina “revén el VIH. Usa el condón”

ACERCA DEL DÍA MUNDIAL DE LA LUCHA CONTRA EL SIDA

En 1998 la Asamblea General expresó su profunda preocupación por el hecho de que el síndrome de inmunodeficiencia adquirida (sida) había adquirido proporciones de pandemia. Al tomar nota de que la Organización Mundial de la Salud (OMS) había declarado Día Mundial del SIDA el 1° de diciembre de 1998, la Asamblea destacó la importancia de la observancia adecuada de esa ocasión (resolución 43/15). En la actualidad, más de 41 millones de personas están afectadas por el VIH y el sida. Combatir esta, así como el paludismo y otras enfermedades es uno de los Objetivos de Desarrollo del Milenio. Para el año 2015, los 192 Estados Miembros de la ONU se han comprometido a cumplir estos objetivos.

REALIDAD VENEZOLANA.

Entre 54mil a 350 mil casos de VIH según el informe Onusida 2006.
Alta incidencia de casos de VIH en Aragua, área metropolitana de Caracas, Bolívar, Carabobo,.Mérida y Nueva Esparta .
Aumento de nuevas infecciones por VIH.
Es política del Estado el acceso publico a los tratamientos.
Hay necesidad de sinergia entre prevención y atención al VIH.

ESTIGMA, DISCRIMINACIÓN VIH- SIDA.

Las situaciones de discriminación de que son objeto las personas viviendo con VIH/SIDA no se circunscriben al ámbito de la atención en salud, sino que afecta todos los espacios en que se desenvuelve la vida cotidiana de las personas. Uno de estos espacios es el campo laboral, donde encontramos numerosos testimonios de personas que son despedidas de sus fuentes laborales tras conocerse su estado serológico. Existen otros ámbitos como el familiar, en el que también pueden ser objeto de situaciones de discriminación, por mencionar algunos contextos.

Entonces, podemos considerar que la discriminación hacia las PVV es un fenómeno multidimensional, que se expresa en diversos ámbitos de la vida social y se entrecruza con distintos aspectos de la identidad de las personas, tales como el género, la orientación sexual, el nivel educacional, la clase social y las experiencias de vida.

Los primeros diagnósticos de VIH/SIDA a comienzos de la década de los 80 dieron pronto lugar a las primeras violaciones y amenazas de violación a los derechos humanos de las personas que viven con el VIH/SIDA (PVV). Las denuncias sobre estos atropellos ocurrieron inicialmente en el área de la salud, sobre todo ante la negativa para atender a los y las pacientes. Más tarde, con el descubrimiento de las pruebas de anticuerpos contra el VIH, la discriminación se extendió a los ámbitos laboral, educativo, de servicios públicos y movimiento migratorio, entre otros.

Asimismo, la asociación de la incidencia del VIH con conductas supuestamente irresponsables o cuestionables (homosexuales, usuarios de drogas por vía intravenosa, trabajadores y trabajadoras sexuales) y con las minorías étnicas y nacionales provocaron una respuesta discriminatoria y estigmatizante de una sociedad poco informada y prejuiciada. Estos atropellos masivos contra la dignidad humana, así como la necesidad de apoyar a los sectores afectados – que incluían a los transfundidos y a los hemofílicos –, generó en diversos países una movilización sin precedentes en el área de los derechos humanos, para luchar contra la discriminación. Estos antecedentes son la base de un importante trabajo que, en los últimos quince años, ha logrado insertar la problemática de la epidemia en el ámbito de los derechos humanos, así como ha provocado una auténtica revolución en el área de la salud pública.

El estigma y la discriminación asociados al VIH y SIDA son los mayores obstáculos para la prevención de nuevas infecciones, el suministro de asistencia, apoyo y tratamiento adecuados y la mitigación del impacto. El estigma y la discriminación con el VIH/SIDA son universales, puesto que tienen lugar en todos los países y las regiones del mundo. Son provocados por muchos factores; entre ellos, la falta de conocimiento sobre la enfermedad, los mitos sobre los modos de transmisión del VIH, los prejuicios, la falta de tratamiento, el modo como es tratado el tema por los medios de comunicación; los miedos sociales en torno a la sexualidad; los relacionados con la enfermedad y la muerte, y los relacionados con las drogas ilícitas y el consumo de drogas intravenosas.

El estigma y la discriminación asociados al VIH/SIDA tienen muchos otros efectos. En particular, tienen grandes consecuencias psicológicas en relación con el modo en que las personas con el VIH/SIDA se perciben a sí mismas, lo cual conduce en algunos casos a la depresión, la falta de autoestima y la desesperación. También socavan la prevención haciendo que las personas teman averiguar si están o no infectadas, por miedo a las reacciones de los demás.

Entre las características a las que se fija el estigma (por ejemplo, el color de la piel, la forma de hablar, las conductas) pueden ser arbitrarias. Dentro de una cultura o un ambiente particular, ciertos atributos son tomados y definidos por otros como deshonrosos o indignos.

El estigma está ligado al poder y el dominio en todos los niveles de la sociedad en su conjunto. Desempeña un papel clave en la producción y reproducción de las relaciones de poder. En última instancia, el estigma crea desigualdad social, y se ve reforzado por ella. Tiene profundos orígenes en el seno de la estructura de la sociedad en su conjunto y en las normas y valores que rigen en el seno de nuestra cotidianidad. Hace que algunos grupos sean subvalorados y avergonzados y que otros se sientan superiores.

La discriminación se deriva del estigma. Se produce cuando se realiza contra la persona una distinción que da lugar a que sea tratada parcial e injustamente por pertenecer, o porque se perciba que pertenece, a un grupo particular. Esto hace que con frecuencia se vean violados los DDHH de las personas que viven con el VIH/SIDA y sus familiares. Esta violación de derechos incrementa el impacto negativo de la epidemia.

Como se ha observado, el estigma relacionado con el VIH/SIDA conduce a menudo a la discriminación en razón del VIH/SIDA. Ello, a su vez, lleva a la violación de los DDHH de las PVV, de sus familias e incluso de quienes se supone que están infectados, como los miembros de la familia y otras personas relacionadas.

La libertad es un derecho humano fundamental basada en principios de la justicia que son universales y perpetuos. Los DDHH son inherentes a los individuos en tanto que seres humanos y se aplican a todas las personas en todas partes. El principio de no discriminación es central a la idea y práctica de los DDHH. Los instrumentos internacionales básicos de los DDHH prohíben la discriminación en razón de la raza, el color, el sexo, la lengua, la religión, la opinión política o de otro tipo, el origen nacional o social, la propiedad, el nacimiento u otras condiciones.

Por lo tanto, la discriminación contra las personas con el VIH/SIDA, o contra quienes se cree que están infectados, constituye una clara violación de sus derechos humanos.

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