Visualización mental: usos en medicina


Visualización es la expresión por medio de imágenes de un mensaje mental con un fin determinado, en este caso, la salud.

Es una manifestación ilógica del pensamiento, como lo son también los sueños o la intuición, no sujetos a leyes como ocurre en el pensamiento lógico (base de los conocimientos científicos) y típico de nuestra cultura occidental.

Si las emociones negativas afectan negativamente el cuerpo, ¿por qué no aceptar que las emociones o imágenes positivas pueden hacer lo mismo con el cuerpo y sanar la enfermedad?

Las técnicas de visualización son muy antiguas. Eran conocidas y aplicadas hace miles de años en Tibet, India, África, y las usaron esquimales e indios americanos. Desde 1971, Carl Simonton (médico radioterapeuta) aplica su sistema de visualización con un grupo de pacientes cancerosos con resultados asombrosos. Su sistema ha sido reconocido por la Universidad de Yale.

Si una emoción puede ser causa de enfermedades, por ejemplo: temores, ira, resentimiento, ¿cómo negar que esa energía mental, conducida por medio de la visualización sea capaz de curar problemas físicos?

Estudios hechos con el reciente campo (muy amplio) de la Psiconeuroinmunología explican los mecanismos de autocuración que se producen por medio de la visualización.

Para beneficiarnos con esta técnica debemos hacer imágenes mentales acerca de lo que deseamos obtener, poniendo en uso intensivo el poder de la imaginación.

Hay numerosos sistemas. Algunos muy simples utilizan solamente postura adecuada, ojos cerrados y respiración; otros utilizan música, y colores. Los métodos más complejos exigen la presencia del terapeuta para su ejecución. Con cualquiera de ellos, los beneficios se logran si se hacen en forma correcta.

Las dolencias que pueden tratarse son múltiples desde patologías simples como Resfríos, Sinusitis, Verrugas, Quistes, hasta cuadros graves: Lupus, Cáncer, SIDA; y puede combinarse con cualquier tipo de tratamiento.

La persona no es sólo cuerpo y mente. Es cuerpo, mente y espíritu. Todo está en tan íntima conexión que no puede ser disociado.

El enfoque holístico abarca al ser en su totalidad. El enfermo debe ser el encargado de su salud dejando de ser un sujeto pasivo para transformarse en agente activo, entendiendo el mensaje que le está dando esa enfermedad para cambiar hábitos de vida o pautas sociales o cambios emocionales, que harán no sólo que esa persona recupere la salud, sino que viva más plenamente, con alegría y felicidad, ocupado por Ser y no preocupado y enfermo por Tener.

Fernando Latouche
ferlatouche@hotmail.com
Escritor, conferencista, autor del libro Retomando Nuestra Esencia

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