La medicina moderna tiende a centrase casi exclusivamente en el tratamiento de los síntomas, olvidando la verdadera causa de la enfermedad e ignorando, en muchas ocasiones, el hecho de que los síntomas son los intentos que hace el organismo de lograr la propia curación. Por ejemplo, la fiebre destruye a los agentes invasores, como virus o bacterias, mediante un aumento de la temperatura. La inflamación atrae hacia el lugar afectado una serie de células y sustancias que combatirán al agente infeccioso. Al mismo tiempo, concentra dicho agente en el lugar inflamado, impidiendo que se extienda al resto del organismo.

Nuestra forma de ver el mundo también influye en los síntomas crónicos. Las personas con sentimientos y pensamientos de desesperanza, desamparo y depresión que, además, tienen poca capacidad para resolver los problemas de sus vidas (la llamada capacidad de afrontamiento), tienen más probabilidades de tener enfermedades crónicas.
Siendo la salud humana un complejo proceso de adaptación en el que confluyen factores biológicos, psicológicos y sociales, una persona sana debe estarlo tanto en mente como en cuerpo, es decir existe una relación. Esta relación permitió el nacimiento de una nueva ciencia, la psiconeuroinmunologia (PNI), que estudia como influyen ciertos procesos psicológicos en la salud.
Gracias a los estudios derivados de la PNI, se ha descubierto un vínculo físico (sinapsis), entre células del sistema nervioso y del sistema inmunológico, haciendo a estos dos sistemas humanos, interdependientes.

Las emociones positivas son un beneficio par nuestra salud, ya que ayudan a soportar las dificultades de una enfermedad y facilitan su recuperación.
Fernando Latouche
ferlatouche@hotmail.com
Escritor, Conferencista, autor del libro Retomando Nuestra Esencia
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